domingo, 13 de febrero de 2011

Escupiendo demonios

En que momento se me ocurrió dejar de escribir, considerarme independiente y pretender que ya no necesitaba ordenar mis ideas con lápiz y papel para guiar mi vida de forma “exitosa”.

Respiro cual pez en el agua mientras escribo, sin embargo dentro de un sueño de inicio de verano en medio de una tarde calurosa, envuelta en problemas “adultos” decidí que había crecido y que ya no era necesario escribir.

Hoy me doy cuenta todo el daño que eso me ha hecho, no soy independiente y de las letras en especifico quizá nunca lo sea; hoy grito por dentro, hay una tormenta de letras que me pide salir y al verse atrapada decide salir en forma de lagrimas.

Llanto, desesperación y tristeza se apoderan de mi y me doy cuenta que tal vez la única salida sea escribir.

Todo esto paso por la subjetiva y nunca alcanzable independencia, al final ya no se ni que es, ni como se logra, hoy te digo no dejare de ser yo por pretender alcanzarte.