viernes, 15 de mayo de 2009

Confesión

Hoy voy un tanto distraída

Llena de preguntas, dudas, incertidumbres y desventuras…

Me llene de envidia, lo se, que desgracia!!! jamás me había pasado, leí las palabras y nunca me imagine que tendrían ese efecto devastador en mi, ese efecto que lleno mi corazón de orgullo y lo cubrió con una fina coraza de indiferencia.

Pido perdón a veces no controlo lo que siento y cual arma de doble filo, este sentimiento hiere a un costado y al otro, al que queda frente a mi.

Tengo tantos deseos que no puedo cumplir y esto inevitablemente me hace ser como soy o por lo menos como soy ahora.

Sabes que quiero, quiero ser dueña de ese tiempo, tener la suerte de poseer todas las circunstancias que me permitan verte, encontrarte a diario, y ser testigo de como va tu día.

Quisiera también darme cuenta de primera mano cuales son tus alegrías, tristezas, nostalgias y preocupaciones, que no me lo digan unas cuantas letras sino ver con que gesto lo dicen tus ojos.

Quisiera poder pintarte palabras, dibujarte nostalgias, que me veas no que me leas.

Hoy confieso que hay un sentimiento que se ha apoderado de mi corazón, se exactamente cuando entro y todavía no he encontrado la forma en que me diga adiós, y de una vez por todas me devuelva mi corazón…

Tengo envidia porque quisiera estar ahí… donde no puedo estar.