Gente que abrazaba a su gente
Niños que bailaban al ritmo de las canciones de siempre, pero hoy con esperanza, con identidad, no como oposición sino como aquel pueblo que se representa.
Vi ancianos, dando gracias a Dios por permitirles ver llegar el día, este día, recordando tiempos pasados, pero ya no con tristeza sino con orgullo, con orgullo de haber aguantado, para estar hoy disfrutando, de aquello que el buen Roque llamo "El Turno del Ofendido".
Jóvenes, que gritaban que esta vez si fue posible, con la esperanza reflejada en sus cuerpo y sus caras, esta vez aquellos que durante años han trabajado con el miedo como bandera, encerrados en sus casas, no les quedo mas que escuchar los gritos de alegría de sus hermanos salvadoreños, a los cuales ellos tachan de ignorantes, extremistas, terroristas, pleitistos, pobres, indios, y cuanta cosa se les ocurra.
De verdad que desde ayer somos un país libre, que camino por las calles lo que fuera necesario con tal de llegar a reunirse con el resto del pueblo que celebro en un enorme abrazo rojo, con un corazón rojo lleno de esperanza.
La alegría no me cabe en el pecho, y se quiere salir con un enorme nudo en la garganta, que bien se siente hermanos estar del lado correcto, ser por fin representados.
Niños que bailaban al ritmo de las canciones de siempre, pero hoy con esperanza, con identidad, no como oposición sino como aquel pueblo que se representa.
Vi ancianos, dando gracias a Dios por permitirles ver llegar el día, este día, recordando tiempos pasados, pero ya no con tristeza sino con orgullo, con orgullo de haber aguantado, para estar hoy disfrutando, de aquello que el buen Roque llamo "El Turno del Ofendido".
Jóvenes, que gritaban que esta vez si fue posible, con la esperanza reflejada en sus cuerpo y sus caras, esta vez aquellos que durante años han trabajado con el miedo como bandera, encerrados en sus casas, no les quedo mas que escuchar los gritos de alegría de sus hermanos salvadoreños, a los cuales ellos tachan de ignorantes, extremistas, terroristas, pleitistos, pobres, indios, y cuanta cosa se les ocurra.
De verdad que desde ayer somos un país libre, que camino por las calles lo que fuera necesario con tal de llegar a reunirse con el resto del pueblo que celebro en un enorme abrazo rojo, con un corazón rojo lleno de esperanza.
La alegría no me cabe en el pecho, y se quiere salir con un enorme nudo en la garganta, que bien se siente hermanos estar del lado correcto, ser por fin representados.
Vivo en un país libre,
cual solamente puede ser libre.
En esta tierra
en este instante,
y soy feliz
porque soy gigante.
cual solamente puede ser libre.
En esta tierra
en este instante,
y soy feliz
porque soy gigante.
3 comentarios:
que bonito post
Viva El Salvador !!
lo de los abuelitos es cierto :)
que lindas cosas que se leen dentro de tanta cosa negra oscura y media mal oliente, saludos de por ai de algun rinconsillo :)
esas palabras ultimas se las he escuchado a silvio pero no recuerdo la cancion en fin...
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